9 de junio de 2019

!Odio los parques!

Hala, ya lo he dicho...y lo digo por las muchísimas horas que he pasado en ellos y por la cantidad de veces que he salido llorando de ellos...
A Mini Yo siempre le ha gustado ir a jugar a los columpios, y cuando era pequeña la llevaba en su sillita de paseo a los Jardines de Pereda, en este parque le encantaba subirse a un coche para "conducir", el columpio que era para pequeños y solo la dejaba un rato cortito si había otros niños o más tiempo si no había nadie. Y sobre todo le gustaba el tobogán pero como no podía subir escaleras iba al de los bebés...y alli Mini Yo era como un gigante, era una niña de tres años que gateaba (no empezó a andar hasta los cuatro años), y el resto: bebés de un año aproximadamente, así que muchos padres cuando la veían cerca de sus bebés corrían raudos y veloces a por ellos por miedo a que Mini Yo les hiciera daño, o la miraban de un modo extraño y a mí con cara de pena...y cuando pasaba, la cogia en brazos y hundiendo mi cara llena de lágrimas entre sus brazos la colocaba en la silla y volvíamos a casa. Cuando llegaba a casa de mis padres y mi madre me veía la cara, me preguntaba ¿te compensa? Y yo respondía si porque Mini Yo es tan feliz...
Así que como Mini Yo madrugaba mucho, sobre las nueve o nueve media íbamos a los Jardines de Pereda, evidentemente estábamos solas, así que Mini Yo podía disfrutar de los columpios, y yo no sufría...cuando a media mañana empezaban a llegar los niños nosotras nos íbamos. 
Algunas veces íbamos a la Alameda que hay frente a la casa de mis padres y pasaba algo parecido, pero una vez ocurrió un milagro:"Mini Yo fue detrás de una pelota que era de un niño de un año de edad más o menos, Mini Yo la cogio y se la tiró (con fuerza porque hacía fisioterapia y tenía mucha fuerza que no controlaba) y yo le dije así no que le vas a hacer daño, recogí la pelota y se la devolví al niño, se acercó su padre y le dijo a su hijo que jugase con Mini Yo y me acerqué y le dije es que a lo mejor Mini Yo le hace daño porque le tira la pelota fuerte. Él respondió que no pasaba nada, que los niños se caen, se dan golpes...y le miré con lágrimas en los ojos y como si hubiese visto a Dios. Los dos jugaron durante un rato". Años más tarde coincidimos con ese padre y su hijo en la parada del autobús todos los días porque su hijo cogia el autobús que le llevaba al colegio y nosotras el autobús municipal, y me recordó la escena, yo no recordaba su cara pero el padre se acordaba de nosotras porque recordaba cómo le había mirado...
Cuando empezó a andar, íbamos a los Jardines de Pereda andando, que tardadadamos una hora en hacer un trayecto de treinta minutos, y llego un momento en que no me importaba si nos miraban, cuchicheaban, o decían algo de mi hija porque para mí era mucho más importante lo feliz que era Mini Yo. 
A pesar de odiar los parques he llevado muchas veces a mis sobrinos junto con Mini Yo o a ellos solos; y Mini Yo conoce todos los que hay en Santander porque su abuelo la ha llevado a todos.
Aquí podéis verla disfrutar en los Jardines de Pereda aunque sea un adolescente



2 comentarios:

  1. Si te sirve de algo... yo también los he odiado siempre.
    En mi caso, porque en mi zona hay muchos niños creyendo que el parque es suyo y madres que aplauden ese comportamiento.
    Mi hijo, siempre ha sido patosillo y nada amigo de los enfrentamientos, por lo que lloraba día sí día también.
    Aún y con esas, él decidía ir.
    Así que hacía de tripas corazón y lo llevaba.

    Gracias a Dios, ya no vamos, acaba de hacer 13 años, así que ya me he librado!!

    Un beso

    https://similocuramedeja.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Gracias por comentarios al. Lo triste es que nuestros hijos no puedan disfrutar por culpa de la mala o nula Educación de algunos niños. Espero que estas situaciones cambien en un futuro. Y todos seamos más tolerantes y comprensivos
    Besos

    ResponderEliminar