27 de mayo de 2018

La comunión de Celia: el segundo acto social de Mini Yo

El pasado domingo mi sobrina, Celia,  hizo su Primera Comunión. Y para Mini Yo era su segundo acto social importante pues ya había asistido a la comunión de Juan, su primo; y tenia un buen recuerdo porque se lo pasó genial. Le compre un vestido y esta vez si pudo ir con manoletinas ya que ahora se llevan con un tira y llevaba el pie agarrado. Por si acaso las que llevaba no duraban todo el día tenia unas de repuesto en el coche pero fue capaz de andar con ellas bastante bien y no destrozarlas.
Amaneció un espléndido día, la misa era por la mañana y después íbamos a comer. Esta vez nos sentamos en el primer banco pues sabia que no iba a tener que salir porque no iba a emocionarme demasiado y aunque hubo momentos emotivos, y alguna punzada de envidia por lo que significaba ese momento en la vida de mi sobrina y que no he podido vivir con Mini Yo; lo cierto es que lo viví con mucha alegría. Al terminar la misa, a la salida de la iglesia, todo el mundo le dijo a Mini Yo lo guapa que estaba con su vestido y sus manoletinas, que nos podéis imaginar la ilusión que le hizo.
Cuando llegamos al restaurante (un bonito chalet familiar reconvertido), que se llama Deluz nos hicimos fotos en el jardín y Mini Yo quiso hacerse algunas conmigo porque decía que yo también estaba muy guapa. lo cual es muy raro en ella: tanto que yo esté guapa como que quiera hacerse fotos conmigo. Después de la comida los niños tenían unos monitores para organizarles juegos, mi hermana había dicho que Mini Yo era especial y le dijeron que habría un monitor especializado. Cuando el monitor vino a buscar a nuestros niños, la sorpresa de Mini Yo fue enorme ya que el monitor era Javi al que conocía de varios cumpleaños de sus compañeros del colegio; así que al vernos, me dijo que no me preocupase por ella y que disfrutase; y vaya si lo hice: conversaciones sin interrupciones con la familia de mi cuñado, con mis hermanas, comer sin estar pendiente de Mini Yo, tomar una copa tranquilamente en el jardín...aunque de vez en cuando miraba por las ventanas para ver si Mini Yo estaba pasándolo bien, y sí, era una más. Al finalizar el día, Mini Yo estaba agotada pero feliz por lo bien que lo había pasado y lo mucho que había disfrutado.

Nota: Pongo una foto de lo guapas que estábamos las dos (no tengo abuela).














13 de mayo de 2018

Mini Yo hace la compra

Cada vez más le gusta a Mini Yo ir a hacer la compra conmigo, antes de ir le suelo decir lo que vamos a comprar por dos motivos: primero para que ejercite su memoria cuando le preguntó que hay que comprar y segundo para que no pida nada extra; cuando llegamos al supermercado ella sola coge la cesta y se va a comprar todo lo que suele desayunar, es decir: sus petits, sus yogures, sus zumos, sus actimels y sus batidos de chocolate. Después me busca y me ayuda con otras cosas que nos hacen falta. Tengo que decir que ya casi nunca pide que le compre caprichos porqué sabe que hemos venido a hacer la compra. Al terminar se va a la fila y espera sin ponerse nerviosa luego coloca las cosas en la cinta y me ayuda a meterlas en las bolsas. Al salir, nunca lleva una bolsa, todas me las da a mi, salvo que no pueda con todo y entonces lleva una que casi no pese. Una vez en casa, Mini Yo guarda todas sus cosas en el estante de la nevera que corresponda y en los diferentes armarios de la cocina; al terminar de colocar sus cosas suele ayudarme a colocar el resto de la compra.
Alguna vez, entra ella sola al supermercado a comprar alguna cosa que necesitamos mientras yo la espero fuera (donde están las cajas) por si tiene alguna duda o surge algún problema, aunque por ahora no ha hecho falta que yo intervenga. Y ella sola ha sido capaz de hacerlo.
Así que poco a poco va adquiriendo más autonomía, más independencia y realmente se siente muy satisfecha y orgullosa de si misma cuando es capaz de hacerlo sin nada de ayuda. Y yo también.