1 de agosto de 2015

"Respiro familiar"

Este es el nombre de un Programa Vacacional ofrecido por el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedades Raras  y sus Familias (CREER) ubicado en Burgos, Centro que depende del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y donde Mini Yo por segundo año consecutivo ha disfrutado de doce días en compañía de otros chicos como ella con un montón de actividades: minigolf, baloncesto, fútbol, piscina, ir de tiendas...días que se han plasmado en un cd lleno de fotos y en las que se la ve feliz, contenta y disfrutando de todo y de todos. Tan bien se lo ha pasado que cuando fuimos el abuelo Javier y yo a recogerla, preguntó que cuándo volvía de "campamento". Mini Yo estaba toda emocionada despidiéndose de todos sus compañeros, monitores y cuidadores; y con una sonrisa de oreja a oreja iba contando todo lo que había hecho. Y la verdad es que espero que el año que viene pueda volver... Porque además de que Mini Yo ha pasado unos días inolvidables a mi me ha servido para desconectar, descansar de llevar y traer al fisioterapeuta, al logopeda, y tener vida social sin depender de mis padres para que se queden con ella. Y vamos si he aprovechado estos doce días, no he parado en casa: comidas con amigos, playa, cenas y salidas nocturnas...aunque tanto días de silencio, de tranquilidad se hacen raros y por un lado estaba deseando que volviera y por otro lado deseaba que no se terminaran esos doce días. Y cuando echaba mucho de menos a Mini Yo le llamaba por teléfono pero ella no siempre quería hablar conmigo...y eso me producía cierta tristeza; pero cuando fui a recogerla su monitora Alba me dijo que todo el rato preguntaba por sus abuelos y por mi, y ese echarnos de menos se ha traducido en tres regalos: unos imanes para la nevera para su abuela Piti, para su tía Bea y por supuesto para mi que nos han hecho muchísima ilusion a todos. Os dejo la foto del mío y cuando lo veáis comprenderéis porque se me cae la baba al verlo.