31 de diciembre de 2017

Adios 2017

Atrás hemos dejado un buen año, Mini Yo sigue progresando, lenta pero segura, ha cambiado de etapa en el colegio, disfrutamos de otro viaje familiar a Islantilla y de otro "Respiro Familiar". Fue a su primer concierto, participó en su primera carrera, hizo su primer trabajo en el taller de carpintería y su primer recado sola.
Para mí ha sido un buen año, para empezar fui nominada a los premios Madreesfera en tres categorías: personal, familia y ocio; y quedamos en cuarto lugar en la categoría personal que era la que más ilusión me hizo. Estas nominaciones hicieron que recordase lo importante que era el blog y sobre todo hicieron que fuera más consciente de la suerte que tenemos por estar rodeadas de tantas y tantas personas que nos quieren y nos aprecian.
Y a nivel laboral he mejorado, y aunque no sé cuanto durará lo cierto es que lo estoy disfrutando y cuando se terminé pues eso: se terminó.
Así que espero que los 365 que nos esperan sean tan buenos como estos que se acaban, que seamos felices, que sigamos disfrutando de la familia y los amigos, que continuemos celebrando pequeños logros y que alcancemos grandes victorias; pero sobre todo deseo seguir rodeada de tantas personas que nos ayudan a que el día a día sea más fácil y llevadero.
!Feliz 2018!.

3 de diciembre de 2017

Dia de la Discapacidad y San Francisco Javier

Pues sí, hoy, en mi familia estamos de doble celebración: ya que por un lado es el santo de mi padre y por otro se celebra el día de la discapacidad, que lo celebran mi padre y Mini Yo. Y hemos celebrado el santo de mi padre con una comida familiar y aunque no estábamos toda la familia porque mi madre está un poco pachucha (nada grave, cosas de este tiempo), mi hermana está de viaje por motivos profesionales (que bien suena) y mi sobrino navegando, hemos brindado porque estamos todos juntos y sanos, y creo que es algo que hay que celebrar. Y durante la comida he observado a Mini Yo y soy muy consciente que tiene una discapacidad importante pero su actitud y su comportamiento hacen muchas veces que me olvide de ello, y hoy ha sido uno de esos momentos porque sentada a la mesa se ha comportado tan bien como su prima, era una más de nosotros, sin etiquetas, sin diferencias...al igual que mi padre (al que le falta un brazo) y estoy segura de nadie del restaurante se ha percatado de ello.
Y hoy, que es el día de la discapacidad, pienso en todo lo que he aprendido, vivido y aprecio gracias a ella: el valor del esfuerzo y la constancia, a no rendirme, a disfrutar de los pequeños momentos de la vida, del amor de la familia, de la alegría que me da una sonrisa, un beso, un abrazo de Mini Yo sin venir a cuento solamente porque le apetece. Y gracias a la discapacidad de Mini Yo he valorado el amor y el apoyo de mi familia, he conocido a personas maravillosas, pacientes, cariñosas, entregadas...he  escuchado palabras y frases que seguramente nunca me hubieran dicho si las cosas hubieran sido de otro modo porque no sería merecedora de ellas (y creo que quien se las merece es Mini Yo) y aunque reconozco que tenemos mucha suerte por toda las personas que tenemos a nuestro alrededor sé que hay familias que no pueden decir lo mismo y realmente me gustaría que todas esas familias por un día pudieran disfrutar de una pequeña alegría, porque alguien cercano ellas tiene un gesto para la persona con discapacidad: una sonrisa, un poco de paciencia con ella, una invitación a un cumpleaños, una salida al cine, ir a tomar un chocolate, jugar un rato...porque muchas veces no nos damos cuenta que las personas con discapacidad son ante todo personas y le gusta y quieren lo mismo que las personas sin discapacidad. Y sé que cada vez más personas ven a las "personas" y no la discapacidad; y ese es mi deseo en el día de hoy: olvidarnos de las etiquetas y mirar a las personas.