15 de julio de 2018

Tripitimos: Vacaciones en Islantilla

Hace una semana que regresamos de pasar unos maravillosos, fantásticos e inolvidables días de vacaciones familiares en nuestro paraíso particular: Islantilla Golf Resort. Esta ha sido nuestra tercera vez, y vamos porque todos nos sentimos como en casa pero sobre todo por lo bien cuidada y atendida que está Mini Yo en el Mini Club; y lo despreocupada, relajada y tranquila que estoy yo sabiendo que Mini Yo está disfrutando muchísimo de todo: mini club, pintacaras, mini disco, cine...
Este año, Mini Yo tenia más libertad: podía entrar y salir del mini club sola, bajar al comedor sin acompañante, ir ella al pinta caras, deambular por el comedor a la hora del desayuno (inciso: bajamos a desayunar sobre las 08:30 para no molestar excesivamente a otros huéspedes) y esa libertad ha contribuido a mejorar su autonomía y su autoestima. Y no os penséis que soy una cabeza loca y que no estoy pendiente de ella durante esos días, pero lo que hicimos para que pudiera andar sola por el hotel fue: primero que se aprendiese el número de habitación y cada vez que íbamos juntas, Mini Yo la buscaba por el pasillo con la llave y abría la puerta, después decirle que si se perdía fuera a recepción y por ultimo en el Mini Club le hicieron una pulsera con su número de habitación por si se desorientaba; así yo estaba tranquila y Mini Yo feliz porque iba ella sola (no siempre) pero bastante a menudo.
Por qué hemos vuelto por tercer año consecutivo al Islantilla Golf Resort? porque todos nos sentimos como en casa; que se acuerden de ti, te den un abrazo y sonrían al verte te hace sentir que estás entre amigos; Mar, la camarera que atendía nuestra mesa y que en cuanto nos vio nos puso un cartel en una mesa para que siempre tuviéramos la misma; Alicia (repostera) que al vernos y decirle que nos encantaba su tocino de cielo dijo que lo iba a hacer y nos avisaría, y este año ha hecho unas tartas de mousse de chocolate que al comerlas rozabas el cielo de gusto (estoy salivando mientras lo escribo solamente al recordarlas) sin olvidar la fantástica tarta que hizo el día de nuestra llegada para mi sobrino, Juan, que cumplía años y que previamente habíamos encargado; Kristilla, la persona que hace los cocteles y, nos pone las copas y los smothies...y por supuesto no puedo olvidarme el enorme y cariñoso abrazo en el que nos fundimos Bea (animadora) y Verónica (capitana de los animadores) y yo al vernos; que una animadora del año pasado, Lidia, que está de vacaciones en Islantilla se acerque al hotel para saludarte y ver a Mini Yo, y a otros niños; que te acerques a conocer a la persona que hace las reservas, Ely, para poneros cara; al director del hotel para agradecerle la carta de bienvenida y te dediquen su tiempo...por todos esos detalles personales que hacen de tus vacaciones sean inolvidables, y que nos sintamos apreciados y queridos hemos vuelto...y espero que volvamos e incluso hemos hablado de pasar más días pues seis nos saben a poco.
También es reconfortante y muy agradable encontrarte con otras familias que repiten, y que te comenten que ven mucho mejor a Mini Yo.
Pero si hemos regresado ha sido sobre todo por el equipo de animación, porque ellos son los que han cuidado, atendido y se han preocupado por Mini Yo; gracias Bea, María, Raquel, Patrick y Verónica porque toda la familia ha disfrutado viendo a Mini Yo jugar con los otros niños, participando en los juegos de la piscina, bailar en la mini disco...vosotros habéis hecho posible que el día de nuestra marcha Claudia, Diego y Lucia (entre otros) se fundieran con Mini Yo en un gran abrazo y le dijeran que el próximo año se volverían a ver.
Y que Mini Yo a su vuelta a casa diga que quiere aprender a leer y a escribir porque ella quiere trabajar en el Mini Club del hotel, eso indica lo bien que se siente y lo feliz que es Mini Yo allí; y por todo lo que acabo de escribir es por lo que hemos tripitido nuestras vacaciones en Islantilla Golf Resort (nuestra casa de vacaciones).

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