29 de abril de 2019

Superando miedos

A principios de año la fisioterapeuta a la que va Mini Yo cambio de local, en el nuevo puso un pequeño rocodromo. El primer día que fui a buscarla y lo vi, lo subí (iba con minifalda y medias) porque siempre había querido hacerlo. La verdad es que pese a lo inapropiado de la ropa me pareció súper fácil y le dije a Mini Yo que lo intentará porque le iba a gustar, ella dijo que no que le daba miedo, así que no insistí y su fisioterapeuta me dijo ya lo subirá.
Han pasado unos meses de aquello pero finalmente lo subió, y le gustó tanto que ahora cada vez que va a su fisioterapeuta lo sube. Y quiere probar en uno más alto, vamos, que le ha cogido gustillo al rocodromo.
Os pongo la foto de su hazaña  aunque lo mejor no se ve: su cara de felicidad




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