9 de marzo de 2015

!Mal empezamos...y continuamos¡

Pues si, la verdad es que no hemos empezado muy bien el año, Mini Yo se quedó sin la Tablet porque su comportamiento no fue nada bueno, y como le fui avisando que si no se portaba bien los Reyes no le iban a traer la Tablet y ella empeñada en si pues al final comprobó que su mamá tenia razón y los reyes me hicieron caso y se quedó sin el regalo más esperado y ahora anda todos los días diciendo que se la voy a regalar por su cumpleaños si se porta bien.
Pero ni con esas consigo que se porte bien, obedezca, no chille, ni diga palabrotas... y soy consciente que su capacidad de raciocinio no es como la de los demás pero entiende las cosas y cuando quiere es muy buena y obediente, vamos que no es tonta. Y Mini Yo sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal. Lo que ocurre es que cuando quiere algo y se le niega no suele atender a razones y se arma la de San Quintin...
Esta semana se iba a ir de albergue con sus compañeros cuatro días, y al final se queda sin ir, por su mal comportamiento, y eso que había firmado un contrato con su profesor, y era muy consciente del contrato porque se ha pasado todo el fin de semana diciéndolo.
Y como visto lo visto yo sola no puedo solucionarlo, pues, no valen ni los castigos ni los premios y no se como actuar...
Pues para tratar de solucionar estas situaciones conflictivas, es decir, aprender a gestionar la ira, la frustración, la negación y que los actos buenos y malos tienen consecuencias positivas y negativas, decidí que viniera a casa la antigua orientadora del colegio, Lucia, y con ella aprendiera a "enfadarse bien": a contar hasta diez antes de explotar, a respirar, a saber cuando va a explotar... y aunque solamente lleva dos meses (una hora semanal) y poco a poco va interiorizando las cosas y sabiendo lo que tiene que hacer, lo cierto es que lo hace después de enfadarse y explotar, pero lo va haciendo y espero que con el tiempo lo consiga hacer antes de explotar (por mi salud mental). Las personas que conocen a Mini Yo no se pueden imaginar como se transforma en La niña del exorcista, salvo quien ha vivido estas situaciones y Lucia tampoco hasta que sucedió estando con ella, lo cual me produjo cierta alegría pues así podía entender como me sentía cuando ocurría y comprobar de primera mano como no se puede hacer nada hasta que pase porque no atiende a razones. Para Lucia era una rabieta de manual de un niño de dos años con la diferencia que Mini Yo tiene 14 años y además de decirme que tenga paciencia (mas?) debo no hacerla caso y no entrar en su juego porque para ella es una provocación y solamente está retándome. Pero a veces la paciencia tiene un limite sobre todo cuando estás una hora de reloj sentada esperando a que quiera hacer las cosas que tiene que hacer, sin alterarte, sin levantar la voz, y haciendo como si no existiera...
Pero como Lucia es la experta trato de seguir sus consejos (que a veces no es fácil) y que Mini Yo se vaya a su cuarto: cuente hasta diez, respire tranquila y se calme sola. Y espero que a final de curso haya mejorado y sepa como controlarse o al menos el descontrol sea menor.
Ya os iré contando y mientras espero tener paciencia y aguante mental que me va a hacer falta.

2 comentarios:

  1. Lo estás haciendo genial!! Ya verás que pronto aprende, y qué bien que puedas contar con ayuda externa. Podían inventar unas pastos especiales para mamás desesperadas que aportaran una dosis extra de paciencia, para esas épocas en las que ya no podemos más!!
    Y tú quéjate todo lo que te de la gana!! Que menos…
    Un beso y mucho ánimo

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  2. Gracias por los ánimos, creo que la paciencia es una virtud que aparece en el momento en que eres madre, pero algunos hijos requieren dosis extras. Ojalá se inventara una pastilla que nos diera más paciencia en algunos momentos, si así fuera estaría enganchandisima a ellas!!!!
    Besos

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