Esta carta de despedida fue el detonante de escribir este blog, ya que un profesor de mi época de estudiante en el Castroverde (Kipa) me animó a seguir plasmando en papel mis sentimientos, sensaciones…y mi tía Chelo e Isabel García-Zarza me animaron a escribir un blog; aunque la primera persona que me dijo que porque no contaba mi experiencia fue Maite Collantes.Y con todos esos consejos fue cuando decidí crear el blog....
Y esta es la carta de despedida:
Hola a todos, así es como me siento en estos momentos en que mi hija, Mini Yo, va a comenzar una nueva singladura, lejos del Colegio Castroverde para seguir su educación en el Colegio de Educación Especial: Padre Apolinar.
Sí, como dice la canción de Alejandro Sanz “tengo el corazón partió”, por un lado estoy muy contenta y feliz ya que Mini Yo va a tener todos los apoyos educativos que necesita y sobre todo va a estar con niños como ella, y eso hace que sea y se sienta feliz, y a mi realmente es lo único que me interesa: su felicidad.
Pero al mismo tiempo, estoy muy triste , deja mi “colegio” (yo fui una antigua alumna), atrás van a quedar cinco maravillosos años en los que me he sentido querida, comprendida, apoyada y valorada como madre y como persona en todas y cada una de las decisiones que he tomado referente a Mini Yo; y algunas no han sido nada fáciles como la de combinar educación ordinaria y educación especial (era algo que tenia que ocurrir) o como ahora, que deja definitivamente el Castroverde.
Supongo que alguno pensara que son tonterías lo que estoy diciendo, pero sé de lo que hablo, ya que antes de llegar al Castroverde estuvo en otro “colegio” y siempre fui cuestionada ante cualquier decisión, y me hicieron sentir muy sola e incomprendida en el camino.
Por el contrario en el Castroverde siempre hemos sentido el aprecio, el cariño, la paciencia, la comprensión que nos habéis dado; usando las palabras de Machado “al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”, pero a Machado se le “olvido decir” que al volver la vista atrás veré a todos los que han estado al lado del camino: Ángel, Cristina y Alberto (profesores), Sole, Jenny, Giovanna y Nuria (equipo de logopedas) a todos los que me habéis ayudado a que cuando el camino se hacia cuesta arriba lo allanasteis, cuando todo eran curvas habéis hecho que pareciera una recta y que cuando las fuerzas me fallaban me habéis animado, alentado, ayudado para que no me parase y continuará andando; y el camino ha sido y es largo y difícil, pero muchas veces habéis conseguido con vuestro amor, dedicación, paciencia, que parezca muy fácil, y espero que en el camino que nos queda por recorrer encontremos a personas tan maravillosas como vosotros.
También quiero agradecer a los compañeros de Mini Yo, el cariño que siempre habéis mostrado y los detalles que han tenido con ella, esos que hacen que recuerde el largo camino con agrado y felicidad como el primer cumpleaños al que fue invitada por un compañero de clase, ¡gracias Carlota ¡ no sabes lo feliz que nos hiciste; ¡gracias Gabriel ¡ por regalarle ese taco tan grande de cromos de futbol, ¡gracias Cesar! por jugar al futbol con Mini Yo después de comer, ¡gracias Mónica! por enseñarle ese baile; gracias a todos sus compañeros de 5ª C que durante el paseo por la ciudad demostrasteis vuestro cariño, paciencia y preocupación por Mini Yo, dándole la mano para ayudarle a andar mejor o diciéndole que no corriera para que no se cayera, estos son solo algunos de los maravillosos recuerdos que nos llevamos.
Y a todos los padres quiero deciros que sigáis fomentando en vuestros hijos esos detalles, que a algunos os parecerán “pequeños e insignificantes” pero que para nosotros los padres que tenemos un hijo “especial” hacen que sintamos que nuestros hijos son como los demás y que la palabra integración tiene pleno significado.
Así que a todos los integrantes de la comunidad educativa Castroverde muchas gracias por dejarme ir con el “corazón partió”.
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